Application Programming Interface (API), o "Interfaz de Programación de Aplicaciones" en español, es una herramienta vital que permite la comunicación e interacción entre diferentes sistemas y aplicaciones de software. Las empresas y desarrolladores se valen de las APIs para integrar funcionalidades, compartir datos y expandir las capacidades de sus soluciones digitales sin necesidad de reconstruirlas desde cero.
En el vasto universo del desarrollo de software, es esencial que las diferentes plataformas, aplicaciones y sistemas puedan "hablar" entre sí. Ya sea para extraer datos de una base de datos, integrar una plataforma de pago en una aplicación de comercio electrónico o simplemente para incorporar funcionalidades de terceros, se requiere un canal eficiente y seguro para dicha comunicación.
Pensemos en un ejemplo, una tienda en línea que desea ofrecer a sus clientes una variedad de opciones de pago, desde tarjetas de crédito hasta monederos electrónicos y transferencias bancarias. En lugar de desarrollar sistemas individuales para cada método de pago, podría integrar diferentes soluciones de pago ya existentes a través de sus respectivas APIs.
Aquí es donde las APIs juegan un papel crucial. Sirven como puentes entre diferentes sistemas, permitiendo que fluya la información y se realicen operaciones específicas. Los beneficios son evidentes: agilidad en el desarrollo, posibilidad de innovación constante, y una adaptabilidad frente a las cambiantes demandas del mercado.
Con el avance tecnológico, las APIs no sólo simplifican la integración, sino que también ofrecen posibilidades de monetización, seguridad y escalabilidad. En el dinámico ecosistema digital actual, las APIs no son solo herramientas técnicas: son facilitadoras esenciales para la creación, evolución y éxito de soluciones digitales.
¿Qué es API?
API son las siglas de Application Programming Interface, que en español significa Interfaz de Programación de Aplicaciones. Son un conjunto de funciones y procedimientos que permiten la comunicación entre aplicaciones o programas de software para que compartan datos entre ellos.
Las APIs son fundamentales para el funcionamiento de Internet y de las aplicaciones que usamos a diario. Gracias a las API, podemos acceder a servicios y contenidos de diferentes plataformas, como redes sociales, mapas, música o noticias, sin tener que salir de la aplicación que estamos usando.
Tipos de APIs
Existen diferentes tipos de APIs según su alcance, funcionalidad, diseño o seguridad. Algunos de los más comunes son:
API públicas: son las que están abiertas al público y pueden ser usadas por cualquier desarrollador. Por ejemplo, la API de Google Maps permite integrar mapas y geolocalización en otras aplicaciones.
API privadas: son las que por lo general requieren una autenticación para acceder a ellas. Por ejemplo, una empresa puede tener una API privada para gestionar sus datos internos.
API de socio: son las que se comparten con socios o clientes específicos bajo ciertos acuerdos. Por ejemplo, una empresa puede ofrecer una API de socio a otra empresa para facilitar la integración de sus servicios.
API REST: son las que siguen el estilo arquitectónico REST (Representational State Transfer), que se basa en el uso de recursos identificados por URL y operaciones estándar como GET, POST, PUT o DELETE. Por ejemplo, la API de Twitter es una API REST que permite acceder a los recursos relacionados con los tweets, los usuarios o los hashtags.
API SOAP: son las que siguen el protocolo SOAP (Simple Object Access Protocol), que se basa en el uso de mensajes XML y un servicio web para intercambiar información. Por ejemplo, la API de Amazon Web Services es una API SOAP que permite acceder a los servicios de computación en la nube.
API GraphQL: son las que siguen el lenguaje GraphQL, que se basa en el uso de consultas y mutaciones para definir los datos que se quieren obtener o modificar. Por ejemplo, la API de GitHub es una API GraphQL que permite acceder a los datos relacionados con los repositorios, los usuarios o las organizaciones.
Además, las APIs pueden ser locales, que es cuando se ejecutan dentro del mismo entorno, o remotas, cuando consumen datos de una aplicación que está en otro lugar o punto.
Funciones y beneficios de las APIs
Las APIs tienen muchas funciones y beneficios, tanto para los desarrolladores como para los usuarios finales. Algunas de las principales son:
Simplificar el desarrollo y el mantenimiento de las aplicaciones: permiten reutilizar código y funcionalidades ya existentes, lo que reduce el tiempo y el costo de desarrollo. Además, facilitan la actualización y la escalabilidad de las aplicaciones, ya que solo hay que modificar la API y no todas las aplicaciones que la usan.
Facilitar la colaboración entre equipos: permiten separar el desarrollo del frontend (la parte visible para el usuario) del backend (la parte lógica y de datos), lo que permite trabajar en paralelo y con mayor autonomía. Además, favorecen la comunicación entre equipos internos y externos, ya que proporcionan una documentación clara y estandarizada sobre cómo usar la API.
Ofrecer oportunidades de innovación: permiten combinar y personalizar servicios y contenidos de diferentes fuentes, lo que abre un abanico de posibilidades para crear aplicaciones nuevas y originales. Además, impulsan la creatividad y la experimentación, ya que permiten probar diferentes soluciones con facilidad.
Rentabilizar los datos: permiten compartir y monetizar los datos propios con otros usuarios o plataformas, lo que genera valor añadido y nuevas fuentes de ingresos. Además, permiten acceder a datos externos que pueden mejorar la calidad y la relevancia de los servicios o contenidos ofrecidos.
Las APIs te pueden devolver la información en diferentes formatos
JSON (Javascript Object Notation): actualmente es el formato más usado para transferir información, es fácil de manipular y entendible.
XML (Extensible Markup Language): es el formato más tradicional para enviar datos, se basa en código.
Texto plano: este formato contiene únicamente texto formado por caracteres que son legibles por humanos y carece de cualquier tipo de formato tipográfico.
Y también hay métodos de petición HTTP para interactuar con las APIs, los más comunes son:
Get, solicitar información.
Post, enviar nueva información.
Put, actualizar información que ya existe.
Delete, borrar un recurso.
Ejemplos de APIs
Existen miles de APIs disponibles en Internet para diferentes propósitos y sectores. Algunos casos muy utilizados son:
La API de Google Maps: permite integrar mapas y geolocalización en otras aplicaciones. Por ejemplo, Uber usa esta API para mostrar la ubicación y el trayecto de los conductores y los pasajeros.
La API de Facebook: permite acceder a los datos y las funcionalidades de la red social en otras aplicaciones. Por ejemplo, Spotify usa esta API para permitir a los usuarios compartir sus canciones favoritas en Facebook.
La API de Spotify: permite acceder a los datos y las funcionalidades del servicio de música en streaming en otras aplicaciones. Por ejemplo, Shazam usa esta API para permitir a los usuarios añadir las canciones que reconocen a sus listas de reproducción en Spotify.
Elementos que debe tener una buena API
Seguridad, se debe proteger una API o podrían robar las bases de datos o su código.
HATEOAS, es cuando la API se autodescribe, esto es que debe proveer información suficiente al cliente para que pueda interactuar con el servidor.
Testeo, comprobar que todo funciona correctamente.
Documentación, llevar un registro del proceso durante la ejecución.
Dato extra
¿Sabías que cuando solicitas información a través de una API, el servidor contesta con diferentes códigos? Estos son sus significados:
200s: proceso exitoso
300s: indican redireccionamiento
400s: solicitud inválida
500s: errores en el servidor
Desarrollar y consumir APIs es importante para que más aplicaciones se comuniquen y estén mucho más completas, lo que permite aprovechar el desarrollo de otras empresas en otros proyectos. ¡Hacer que tu aplicación se pueda conectar con otra, le da más valor!
